Imagina que te encuentras de pie en contra de una pared y frente a ti tienes un perro rabioso que te ladra y te gruñe. ¿Qué harías?
Supongo que la mayoría de nosotros se quedaría inmóvil casi sin respirar, paralizados. Ahora imagina que el mismo perro rabioso esta detrás de ti.
¿Qué es lo que harías en esta nueva situación?
¡Acertaste! Correr lo más rápido posible.
El miedo es como un perro rabioso, puede paralizarnos cuando queremos hacer algo pero paradójicamente también puede impulsarnos a realizarlo.
Puede impedir que seamos lo que queremos ser así como también puede impulsarnos a que lo seamos. Todo depende de como utilicemos el miedo. Sólo necesitamos tener la capacidad de entender el miedo y de saber controlarlo.
Durante un curso que estaba dictando en Colombia, se me ocurrió preguntar a los asistentes: ¿Quien quisiera no volver a tener miedo en su vida? Para mi sorpresa casi todos levantaron la mano a lo que respondí que a mi no me gustaría perder la capacidad de sentir miedo, porque si en este momento un león furioso entrara por esa puerta el miedo me llevaría a salir por esa ventana más rápido que volando. El miedo puede salvarte la vida.
El miedo es una increíble cualidad que posee el ser humano. Lejos de pensar que es un mal, es un sofisticadísimo sistema de alarma que nos ayuda a alejarnos de problemas y además es un buen aliado si aprendemos a controlarlo.
¿Tienes sueños y deseas hacer muchas cosas en tu vida?
¿Cuántas cosas has dejado de hacer -que querías hacer, que sabías que tenías la capacidad para hacerlas- por miedo a fracasar o a sufrir?
El miedo puede ser el peor enemigo de nuestra capacidad de hacer cosas pero déjame decirte que en la gran mayoría de los casos, lo que lo provoca es sólo producto de nuestra imaginación.
Pongamos un ejemplo: Te encuentras en una fiesta, ves a la chica que tanto te gusta, la música esta formidable y te mueres por sacarla a bailar, estas a punto de moverte y de repente tu cabeza se llena de voces internas que te dicen -o más bien te “ladran”-: –
– Si saco a bailar a esa chica seguro me rechaza y me voy a convertir en la burla de mis amigos.
Estas a punto de comprometerte con la mujer que amas y de repente los ladridos:
– Si entrego por completo es un suicidio, voy a acabar lastimado.
Vas a presentar tu proyecto a tu jefe y el perro en tu cabeza vuelve a ladrar:
– Mi propuesta es tan ridícula que seguro se van a burlar de mí o incluso puedo perder mi trabajo.
Estos son miedos reales porque todos los hemos sentido en algún momento de nuestras vidas, pero si reflexionas detenidamente, son miedos a situaciones que no han pasado y que existen sólo en nuestras mentes.
El control sobre este tipo de miedos se basa en una simple cuestión de perspectiva. El secreto consiste en hacerte dos preguntas cada vez que te encuentres frente a una situación en que quieras hacer algo y el miedo te lo impida. Estas preguntas te permitirán cambiar de lugar al perro que te está ladrando. Si logras pasarlo detrás de ti podrá ayudarte a seguir adelante, es decir, el miedo se convertiría en tu aliado.
Siguiendo con el ejemplo, regresemos a la fiesta. Estas ahí frente a esta chica, ella te coquetea y te sonríe. En ese momento tu cabeza se ve invadida por un concierto de palabras -ladridos- y frases…
– Eres idiota o qué, como te va a hacer caso, es muy guapa para ti. Vas a ser el hazmerreír de toda la fiesta. Se va a burlar de ti.
En ese momento esas frases te crean un miedo que te paraliza e impide que te muevas. Inconscientemente tu cabeza está haciéndose la siguiente pregunta:
¿Qué es lo peor que puede pasar si es que la saco a bailar?
Las respuestas a esa pregunta despiertan en ti un miedo profundo al rechazo. Es el perro rabioso que está ladrándote frente a ti. En ese momento lo que tienes que hacer, conscientemente al principio (con la práctica esto se volverá un proceso inconsciente) es cambiar la pregunta y preguntarte:
¿Qué es lo peor que me puede pasar si es que no lo hago?
Y refuerza esa pregunta con esta siguiente:
¿Qué es lo mejor que me puede pasar si es que lo hago?
Piénsalo un poco. ¿No es esto acaso la lógica más simple? Con estas nuevas preguntas estarás pasando al perro rabioso detrás de ti y eso te llevará a moverte hacia adelante porque ahora tendrás miedo a no hacer, a perder una oportunidad en tu vida, tendrás miedo a quedarte solo o dejar de vivir la vida que tanto quieres.
Al momento de sentir miedo frente a una situación en donde tienes que actuar, formúlate estas dos preguntas y transformarás tu miedo en poder.
Tu miedo dejará de ser un lastre para convertirse en el combustible de tus acciones. Es una cuestión de reeducar tu mente. Este proceso toma tiempo y práctica. Al comienzo lo harás en forma consciente, poco a poco tu cerebro asimilará estas preguntas y cada vez te será más sencillo hacer las cosas. En ese momento serás una persona programada para ir siempre adelante ya que lo que tu mente verá, sentirá y escuchará en referencia a nuevas acciones, serán invitaciones positivas a un crecimiento y un desarrollo personal.
Pasa al perro rabioso detrás de ti y te darás cuenta que tus metas y objetivos se encuentran más cerca de lo que tu creías, descubrirás además que tienes la capacidad de llevar a cabo acciones que nunca antes imaginaste.
Transforma tu miedo en poder es parte del temario del curso Metamorfosis. Te invito a que le eches un vistazo y si te gusta, compártelo.

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